la primera

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martes, 16 de junio de 2009

Los ciclos se cierran.

Una de las principales causas de la insatisfacción personal y la ansiedad que provoca el día a día es sin duda por la falta de resolución de la etapas que vivimos. Es muy complicado cerrar esos ciclos que se funden como en nuestro interior y se queda pegados con restos de cosas pasadas, que poco a poco se acumulan provocándonos una carga que llevaremos en nuestras espaldas hasta que no nos deshagamos de ellas. El perdón, la tolerancia, el arrepentimiento, la aceptación de todo aquello que nos aqueja, tiene que ser enterrado, perdonado o aceptado para poder vivir en plenitud.

Muchas veces no nos damos cuenta de todo ese inmenso peso que tenemos que soportar por no ser resolutivos , sobre todo en cuestiones sentimentales. La confianza que perdemos en nosotros mismos nos lleva a desconfiar en todo aquello que teníamos seguro, se transforma en una masa gris que nos ronda en todo momento. Sin embargo toda esa claridad que siempre buscamos esta cerca de nosotros al proponernos cambiar, dar un giro en nuestra vida y sobre todo darnos cuenta de que tenemos demasiadas cosas buenas por las que vivir en paz y disfrutando de todo eso. A veces puede ser confuso todo lo que podemos demostrar cuando estamos en ese "loop" interno y hacemos sufrir a los demás por nuestra forma de actuar, confundimos y nos confundimos al estar bajo la influencia de lo "no resuelto", la manía de ser víctimas cuando muchas veces somos los verdugos de todo aquello que nos importa y creemos que todo debe girar alrededor de nuestra órbita sin pararnos a pensar que nosotros somos los que giramos alrededor de las cosas.

Olvidarnos no es la solución, enterrar por ocultar el dolor o la desesperación tampoco, descifrar esos códigos que no llenan de malestar nos puede encaminar a la tranquilidad y el bienestar que necesitamos.

Los ciclos se cierran y tienen que cerrarse para poder comenzar algo nuevo, algo con lo que nos sintamos seguros de poder realizar, los ciclos se cierran por la necesidad de tener un fin y ponerlo una terminación a todo aquello que hemos empezado, solo así y solo entonces seremos capaces, de pensar libremente sin bruma en la cabeza, y el perdón podrá emerger del interior.

Ahora he cerrado y he allanado el camino para poder construir, sin prisas pero sin pausas la clama y la tranquilidad llenan todo aquello que se había ido, todo aquello que había quedado oculto pero que estaba ahí.. Un ciclo más ha quedad cerrado por que necesitaba comenzar uno nuevo y mejor... La confianza en la realidad es absoluta y la esperanza es uno de los peores obstáculos que podemos tener si no hacemos nada por llegar el fin. Nos educan en el pasado, y nos educan para el futuro, pero jamás no educan para vivir el presente que es donde realmente hay que demostrar de lo que estamos hecho... El pasado ahí esta, el futuro nunca lo tendremos nada, por eso debemos pelear por lo que tenemos ahora encima de la mesa.

3 comentarios:

Fuera de lugar dijo...

Tienes tanta razón... y yo pasé por esto y te entiendo perfectamente. Hay cosas que no pueden avanzar mientras no se resuelva lo pendiente. Me da gusto que lo racionalices así y que puedas cerrar el ciclo que te atora para continuar tu camino.
Te quiero mucho!
Liz Mx

Susi*Pop dijo...

Cerrar ciclos es de las cosas más sanas que uno puede hacer pero también una de las más difíciles porque implica hacerse responsable de todas aquellas cosas de las que uno se ha dado cuenta que debe asumir.

Asumir, asimilar, aprender, desprender, finalizar... la vida es cíclica, todo es circunstancial y... hay que aprender a vivir con eso...

Saludos!

Manuel Benitez dijo...

Gracias por compartir tan profundas reflexiones. Siempre he tenido una duda en lo que a "cerrar ciclos" se refiere, un ciclo es algo que al terminar inevitablemente vuelve a comenzar, creo que nunca lo cerramos sino lo interrumpimos o simplemente decir que hemos cumplido un tal numero de ciclos, de tal forma como lo dices lo conectamos a un ciclo mejor.

la segunda

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la tercera

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