Dame dos minutos más para recordar como pueda estar vivo, dime como maquillar las tristeza que hay y la lluvia cae y no te puedo ver. Inquietantes los minutos cuando estoy sin ti, la caida siempre es dura si no estas abajo, fundete en mi cuerpo frío y hazme revivir.
Como esos viernes por la noche, deteníamos el tiempo para suavizar la impotencia que nos daba la inseguridad de poder estar simplemente en libertar... ahora ya no estas..
la primera
martes, 2 de diciembre de 2008
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la tercera

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