la primera

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lunes, 1 de diciembre de 2008

Mis dos noches con Kasandra.

Es curioso como hay detalles en la vida que se te van quedando guardadas en algún sitio “privado” de tu ser. Son esas cosas que deseas tener “a la mano” y que esperas que te den alivio y esperanza en los momentos de desesperación y ansiedad. Como una comida tranquila con la gente que quieres, mi adorada redactora y su hermoso enano, mi querido pepe grillo diseñador, mi admirado artista y la niña de mis ojos, son esos momentos que deseas detener y no dejar escapar, no importa e sitio, el ruido o el silencio, siempre el estar a su lado me llena de alegría y confort. Celebrando triunfos o llorando desgracias, es algo que no cambiaría por nada y que espero que perdure por siempre.

Esa tarde tocaba celebrar un triunfo, y es que hemos conocido en persona a Kasandra. Por lo menos para mi fue algo espectacular. Aunque ya habíamos escuchado muchas veces hablar de ella, el verla tan cerca y hermosa era realmente algo impresionante. Sin embargo no solo su apariencia era lo importante, había que adentrarse en ella para saber exactamente que era todo lo que tenía que decir. No se si se es por ser la primera vez que me pasa algo así o por la alegría y curiosidad que despertaba en nosotros.

...ya así fue, pase dos noches conociendo a fondo todo lo que tenía que decir y cada palabra me hacía engancharme más a ella. Había cosas que me contaba que me resultaban familiares y no por el sentimiento de haberla conocido antes sino más bien por que sus historias me hacían transportarme a mi infancia, aunque en otro contexto pero con un trasfondo bastante similar, tal vez sea el hecho de un rollo generacional, o que se yo, pero si es cierto que me provocaba algo, toda esa imaginación que radiaba a cada momento. Por momentos me hizo olvidar todos los problemas, todas las tristezas que llevo acumuladas y eso te hace enamorarte una vez más, saber que existen otros mundos además de la oscuridad que vivimos, que hay otras dimensiones y amigos que nos pueden cubrir con su paragüas en los días de lluvia o simplemente que aún podemos creer en la fantasía y no todo es tan horrible como parece. Para mi, son pequeños “oasis” que te da la vida para respirar un poco y sacar fuerzas para continuar.

Un detalle hermoso, fue ver a Kasandra abrazando a la niña de mis ojos, la verdad me ha hecho mucha ilusión y a ella le ha encantado....(me lo dijo horas después...jejeje)

Un beso para ti Kasandra...


PD. Yo también quiero un Aston Magic y escaparme a otra dimensión....¿alguien me lo puede conseguir?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé quien es Kasandra, ni que quiera decir "Aston Magic", en todo caso tus palabras son bien lindas, muy profundas y seguro que sinceras...y si ese "Aston Magic" te transporta a otra dimensión yo me apunto...cuenta conmigo.

Alex Sonoman dijo...

quién eres "Anonimo"?????

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